2012_pd8

El poeta y el daño

Dentro de un orden armonioso
discurren los poemas,
y la vida se concentra en cada frase,
en cada instante,
en cada pausa de su voz.

Medita el poeta sobre el daño que a menudo
nos libera y ennoblece.
Junto a versos cordiales
                                       de rítmicas estrofas,
brotan versos intensos que perturban
el color de la tarde.

Tal vez, su devoción por la vida
le lleva a sospechar una existencia posible:
La luna sobre el lago,
la astucia del destino,
una mirada perdida,
el ir y venir del tiempo…

Solo sombras
                       que un día se desvanecen.

María Teresa Espasa, El congreso,
Córdoba, Asociación Cultural Andrómina, p. 38, 2012